Plantas peligrosas: Las plantas como las lilas, plantas de Pascua, los helechos, hiedras, jacientos, retama entre otras, son muy toxicas para los gatos. La más peligrosa es la lila, que es de llamativas flores. Todas las partes de esta planta son toxicas para el gato, ya que si la ingiere le va a causar problemas graves en los riñones.
Hilos y ovillos de lana: La lana, si es tragada por los gatos, se transforma en un grave riesgo para su salud y se va requerir una cirugía para extraerlas del estómago. La lengua del gato, está cubierta de diminutas espinas y es una herramienta eficaz para el acicalamiento felino. Sin embargo, estas espinas también les hacen sufrir malas pasadas, ya que atrapan la lana e impiden que el gato pueda expulsarla.
Elásticos y bolas de pelo: Las gomas del pelo pueden causar una obstrucción en el intestino, de forma similar a lo que ocurre con las peligrosas bolas de pelo.
Medicinas: Entre los medicamentos más peligrosos para los gatos, están algunos tan frecuentes como la aspirina y el ibuprofeno, pero también los antidepresivos pueden ser tóxicos.
Productos de limpieza: Los productos de limpieza no sólo son tóxicos para los humanos, también para nuestros gatos. Hay que mantener todos estos productos químicos en un lugar cerrado y lejos del alcance.
Tapones de oídos: Resultan divertidos para los gatos, sin embargo, también son un peligro potencialmente serio. No es extraño que los gatos los traguen y su intestino se obstruya.