Cuando niños y mascotas conviven en el hogar, es muy importante que haya unas normas básicas de convivencia para que la relación entre ellos sea buena y no haya riesgos de que ni unos ni otros sufran daños.
Los animales no son juguetes, pero sí se puede inculcar a los niños cómo cuidar de ellos utilizando el juego. La predisposición natural de los niños a jugar, hace que esta sea una herramienta ideal para enseñarles valores y buenos hábitos sin que se sientan presionados a aprender.