Las cataratas no sólo dan por la edad avanzada del perro, sino también da por herencia de la familia del perro, pero no todos sabemos si los familiares tuvieron este padecimiento. También se pueden presentar por otras enfermedades como diabetes y traumatismo en el ojo.
Las cataratas afectan el cristalino, el cual se encarga de enviar y enfocar la luz de la retina. Conforme avanza el estado de la catarata, nuestro can dejará de tolerar la luz hasta el punto de evitarla por completo. Otro de los síntomas que notaremos es el exceso de lagrimeo. Si no identificas la catarata de tu perro a tiempo ni la trata, con total probabilidad acabará por perder la totalidad de la visión.