Los perros, a diferencia de los humanos, siguen pautas muy distintas para conocerse entre sí y tienen sus propias reglas. En cualquier caso, cuando conocen a un perro nuevo éste nunca se acercará de manera directa, hablándole, probablemente con voz alta y aguda (¡Ayyy! ¡Pero qué guapo es mi pequeñín!, os suena, no), gesticulando e intentando tocarle la cabeza. Esto es precisamente lo que solemos hacer los humanos. Cuando un perro ve todas estas acciones es hasta normal que pase de nosotros. ¿Vosotros no lo haríais? ;)
A continuación os damos algunos consejos para ganaros la confianza de un perro, ya sea el del vecino, en el parque o bien al traer un perro nuevo a casa. En el caso de tocar un perro que no conocemos por la calle, lo primero que hay que hacer es preguntar siempre a su propietario si podemos tocarlo. Es muy importante que lo hagamos y enseñemos a nuestros hijos a hacerlo.
Mantén la calma:
Sí, suena a típico pero es lo más importante. No nos acerquemos a él excitados, diciéndole cosas con voz fuerte y/o gesticulando en exceso. Si lo hacemos pueden pasar tres cosas: o que el perro salte sobre nosotros para jugar, o que el perro huya despavorido de nosotros, o la peor, que desencadenemos una reacción agresiva. Importante: aproxímate a él de forma calmada y habla suavemente.
Nunca de frente:
Cuando te aproximes a un perro que no conoces, nunca lo hagas de frente. Acércate siempre por un lado, despacio. Estás invadiendo su espacio vital y acercarte de frente es ser muy mal educado según el ‘protocolo’ canino. Quédate cerca, acerca tu mano cerrada. Despacio. Sé consciente de que estás invadiendo su espacio vital.
Respeta su espacio vital:
Antes de acercarte al perro pregunta a su propietario si puedes tocarlo. No te acerques mucho al principio, deja como mínimo un metro de distancia. No le mires ni le toques ni le digas nada. Observa su actitud ‘de reojo’. No lo agobies. Tómate tiempo.
Espera a que venga a ti:
Una vez te has acercado a él (como mucho a un metro) espera a que él se muestre interesado por tí. Si esto pasa se acercará y te olerá de forma curiosa. Entonces, despacio, acaríciale el pecho. Nunca acaricies a un perro que no conoces desde arriba. Si te lame la mano entonces es que te ha aceptado. En caso contrario, si vuelve la cabeza y te ignora no pasa nada. No te lo tomes mal. Sigue trabajando con él. Despacio. No precipites las cosas.
Fuente: mundoanimalia.com