El misterio en el fondo del mar había sorprendido a los científicos desde 1995. ¿De dónde venían estos intrincados círculos de dos metros de diámetro que aparecían en las costas de la isla de Amami Ōshima, en Japón? Recientemente, se descubrió que se trataban de los nidos construidos por los peces macho de Torquigener albomaculosus, preparados especialmente para atraer a las hembras.
Los científicos especulan que las crestas y ranuras en los nidos de albomaculosus, exclusivos de esta especie, sirven para minimizar el efecto de las corrientes, y posiblemente proteger los huevos de los ataques de depredadores. Yoji Okata, un fotógrafo marino, fue el primero en observar y fotografiar el fenómeno. Los albomaculosus son la vigésima especie del género Torquigener en ser descubierta, y la primera desde 1983.
Fuente: Animal Planet.