Si un perro se pone agresivo, escapar a paso apresurado no es una buena opción. Mejor es dar un leve giro hacia el costado y evitar tener contacto visual con el can, dicen los expertos.
Explican que este comportamiento suele tener buenos resultados y rebaja la tensión de la situación. Dicen que es preferible evitar correr porque, si se huye al trote, muchos perros creen que tienen un motivo más para detener a ese individuo.
Agacharse o ponerse en cuclillas tampoco es bueno. Si bien algunos creen que en esa posición transmiten serenidad por no representar una amenaza para el perro, quienes se encuentren ante un perro agresivo no deberían ponerse en inferioridad de condiciones e incluso deberían evitar empequeñecerse.
Fuente:http://www.ngenespanol.com/naturaleza/animales/15/07/16/enojo-canino.html