Fuente: National Geographic
Como si se tratara de un ser de la época de los dinosaurios, un enorme pez, conocido como tiburón peregrino, fue extraído por pescadores de Australia esta semana, en lo que constituye la primera vez que la especie es atrapada allí en 80 años.
El tiburón, de 6.3 metros de largo, proviene de la segunda especie de peces más grande del mundo, después de los tiburones ballena. Fue capturado accidentalmente por una embarcación pesquera de Portland, en el suroeste de Australia.
El tiburón está causando sensación en aquellas tierras, donde sólo tres tiburones peregrinos han sido reportados en 160 años, según el Museo Victoria. La última captura cerca del país ocurrió en la década de 1930.
Los tiburones pueden crecer hasta 12 metros de largo y son conocidos por su carácter amable.
Se les dice tiburones peregrinos (Cetorhinus maximus), porque ocasionalmente se ven en la superficie, donde capturan pequeñas presas como copépodos y camarones. Pero, cuando el botín es escaso en la superficie, suelen sumergirse en las profundidades, hasta unos 1,000 metros, donde mediante el uso de etiquetas satelitales se les ha observado permanecer durante meses. (Lee: Mitos sobre animales)
No se sabe mucho acerca de la distribución del tiburón peregrino en el mundo, dice Heidi Dewar, bióloga dedicada al estudio de las especies junto con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), con sede en La Jolla, California.
“Por lo general, los vemos en aguas más templadas”, explica la experta, aunque se cree que recorren distancias extensas.
Los tiburones peregrinos son capturados accidentalmente de manera semi-habitual por pescadores de Nueva Zelanda, aunque parece que esto es más común en el Atlántico Norte, alrededor de las Islas Británicas y la costa este de Estados Unidos. Ocasionalmente también son vistos en la costa del Pacífico, desde California hasta Canadá.
En aguas cálidas tropicales o subtropicales rara vez se ven cerca de la superficie, muy probablemente porque parecen evitar las temperaturas cálidas.
Perseguidos por el aceite y el paté de hígado
La NOAA cataloga los tiburones peregrinos como una “especie preocupante”, mientras que en Canadá son considerados en peligro de extinción, debido a que su población aparentemente disminuyó en las últimas décadas. Están protegidos en las aguas de América del Norte, la Unión Europea y otros lugares, pero en altamar son todavía el blanco de pescadores ilegales. Esto se debe a que sus grandes aletas son valiosas para el comercio de sopa de aleta de tiburón.
Antes de la década de 1930, los tiburones peregrinos eran cazados regularmente en aguas poco profundas cerca de Estados Unidos y de Japón, con arpones, ya que sus hígados contenían una gran cantidad de aceite valioso. Pero ese mercado se derrumbó con el acceso a alternativas más baratas provenientes de otras fuentes.
Aunque los tiburones peregrinos filtran comida igual que los tiburones ballena, las dos especies no tienen una relación estrecha entre sí. Los tiburones son una línea antigua que ha ido surcando los mares durante 450 millones de años, desde antes de la época de los dinosaurios.
“Los tiburones peregrinos tienen un aspecto prehistórico”, dice Dewar.