Los ladridos son naturales, son una de las formas por las que se comunican los perros, pero a veces ladran descontroladamente.
Hágale saber a su perro, que ese no es el momento indicado para que ladre, por medio de una mirada, un sonido o un toque de atención. Es probable que se pause y luego siga ladrando, pero hay que ser paciente y esperar que se someta.
Hay que mantener la calma, porque los perros no siguen líderes desequilibrados.
En ocasiones los ladridos son energía acumulada, lo mejor es que la saque de otro modo:
- Una caminata diaria.
- Paseos más desafiantes, en bicicleta, cargando una mochila o en una pendiente.
- Ponerlo a realizar desafíos mentales. Pastoreo, agilidad, obediencia o juegos simples con un grado de dificultad.
---------------------------------------------
cesarsway.com