Fuente: magnificoblanco.com

El Dogo Argentino, como su propio nombre indica proviene de argentina y es una raza que fue desarrollada por un médico, que buscaba un animal adecuado para cazar grandes piezas.

Físicamente, nos encontramos con un perro robusto y de estructura maciza y compacta, y un pelaje totalmente blanco. Una cabeza grande, cuello musculoso y grueso, pecho ancho. En cuanto a la altura de la cruz, en los machos varía entre los 60 y 68 centímetros, y en las hembras entre 60 y 65 centímetros. Para el peso se estima conveniente que los machos ronden 45 kilos y las hembras 43.

En cuanto a su carácter, son perros de trabajo, cazadores o de búsqueda y rescate. En algunos países son entrenados para acompañar a la policía y para los militares. Al igual que otras razas consideradas como potencialmente peligrosas, el dogo puede ser un perro familiar y cariñoso si se le socializa. Leal, sensible, inteligente y juguetón por naturaleza. Es un perro que se lleva bien con otros animales domésticos, tanto de entornos rurales como de entornos urbanos. Para su educación se debe tener constancia y paciencia. Por otra parte, un entrenamiento firme pero no violento, permitirá que no sea territorial dominante pero si que defienda lo suyo.

Respecto a sus cuidados y salud, tienen una capa de pelo que es muy fácil de cuidar y mantener con un cepillado diario, sólo debemos evitar largas exposiciones al sol. En la salud, al igual que otras razas blancas, el dogo puede nacer sordo, la probabilidad es de un 10%, otro problema de salud que pueden sufrir debido a su gran tamaño es la displasia de cadera.