Esta conducta canina suele ser motivo de rechazo y vergüenza por parte de los dueños de los canes implicados. La mayoría pensamos que sólo de sexo y muchos saben que también puede ser dominancia, aunque estas dos razones no son las únicas.
El motivo en cada caso, depende de tres factores: Contexto, Estado Emocional del perro y su Fisiología.
Hay situaciones, en las que los canes (tanto hembras como machos) necesitan descargar energía y encuentran en la monta una vía para conseguirlo, buscando perros como objetivo, personas u objetos.
Hay estados emocionales diversos que pueden llevar al animal a la monta:
- Excitación
- Sobreestimulación
- El juego
- El Estrés
- Las Conductas de Desplazamiento
- Patrones Jerárquicos
- Conductas de Confort
Las hormonas también juegan un papel importante para la predisposición a la monta. Los machos castrados tienen menor tendencia y las hembras esterilizadas, la tienen mayor.
A pesar de todo esto, no se debe pasar por alto que se trata de una conducta aprendida desde cachorro o cachorra y que se afianza por la autosatisfacción. Además, cuando son cachorros y comparten camada, se convierte en una herramienta social en la que se muestra aceptación o rechazo, al permitir o denegar la monta.