Tienen sedas (unas prolongaciones pilosas que salen del caparazón) muy largas y pinzas dobles, y su estudio ha permitido agregar un nuevo género compuesto por cinco especies al subfilo de los crustáceos. El descubrimiento llevado a cabo por expertos del Centro de Estudios Avanzados de Blanes y la Universidad de Barcelona (UB) es una muestra del potencial de nuevas especies que quedan por conocer. Se calcula que solo se conoce entre el 10 y el 20% de los crustáceos existentes.