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La ceguera es una pérdida parcial o total de la visión que puede estar presente desde el nacimiento, suceder repentinamente a causa de una lesión o enfermedad, o aparecer gradualmente conforme la mascota envejece y debido a enfermedades como las cataratas, el glaucoma o el deterioro de la retina.
Los perros y gatos de todas las razas y de cualquier edad pueden quedar ciegos, pero es más frecuente en los animales mayores.
Causas de la Ceguera
Además de la ceguera congénita (de nacimiento) y la ceguera gradual relacionada a la edad, existen varias condiciones del ojo que pueden finalmente ocasionar ceguera en las mascotas.
La atrofia progresiva de retina (ARP) es una enfermedad heredada que ocasiona que los perros, y gatitos aunque en mucha menor medida, pierdan la visión en un periodo de meses o años. La ARP se ve más frecuentemente en Cocker Spaniels, Border Collies, Irish Setters, Elkhound Noruegos, Schnauzers, Poodles, y en gatos Bengalíes, Abisinios y Persas.
La retina, que está en la parte posterior del ojo, se compone de bastones que perciben la luz y conos que perciben el color. Normalmente, los bastones y los conos han madurado cuando el animal llega más o menos a las 12 semanas de edad, pero en algunas mascotas con ARP éstos nunca maduran completamente y podrían comenzar a deteriorarse a una edad temprana.
El Síndrome Repentino de la Degeneración Retinal Adquirido (SARDS) generalmente aparece en perros entre los 7 y 14 años de edad, y es más común en las hembras. El síndrome ocasiona la destrucción total de los bastones y conos de la retina. El comienzo común del SARDS es repentino - a veces ocurre literalmente de la noche a la mañana. Frecuentemente hay un incremento impresionante en la sed y el apetito del perro durante las semanas previas a que ocurra la ceguera.
La deficiencia de taurina en los gatos puede causar degeneración progresiva de la retina que a menudo pasa inadvertida hasta que la condición está bastante avanzada. El daño en los bastones y conos de la retina y en el tapetum lucidum subyacente no puede ser revertida con suplementos de taurina. Es por esta razón que frecuentemente hablo de la importancia de una alimentación balanceada y apropiada según la especie para gatos, que incluya fuentes naturales de taurina, como la carne fresca.
Una enfermedad autoinmune llamada síndrome uveodermatológico, ocasiona que el cuerpo del perro ataque sus propios melanocitos, que son células que producen pigmento, principalmente en la piel, la retina y en el tracto uveal del ojo. Generalmente, el primer signo ocular que apunta al síndrome uveodermatológico es la uveítis, que finalmente lleva a la ceguera.
La diabetes mellitus puede ocasionar ceguera en los perros, y raramente, en los gatos.
Otras causas potenciales de ceguera, tanto en perros como gatos, son las infecciones oculares no tratadas, inflamación del ojo, glaucoma, cataratas, síndrome del ojo seco, enfermedades infecciosas, traumatismo ocular, presión arterial alta derivada de otra enfermedad, derrame cerebral, cáncer u otro tipo de tumor localizado en el ojo o el cerebro y reacción a algún medicamento.
Síntomas y Diagnóstico
Si tú perro o gato experimenta una tendencia de pérdida gradual de la visión, es probable que lo esté compensando y se esté adaptando bastante bien, lo que dificulta que detectes sus problemas de visión. Por otro lado, la pérdida total repentina de la visión es bastante obvia.
Algunos signos de que tu mascota podría estar perdiendo la vista más lentamente son:
-El cálculo erróneo de la altura (por ejemplo, tu gato intenta brincar, como lo hace normalmente, de un objeto a otro, pero últimamente no siempre lo logra).
-Chocar contra objetos (algunas mascotas con pérdida gradual de la vista incluso pueden sentirse confundidas al pasar de la alfombra al mosaico).
-Muestra confusión en entornos nuevos o que hayan cambiado (esto puede ser, cuando cambia los muebles de lugar o sus platos de comida y agua están en un lugar diferente).
-Torpeza y desorientación general; se asusta fácilmente.
-Se frota los ojos, bizquea, la apariencia de sus ojos es descolorida o inflamada, lagrimeo excesivo y pupilas anormalmente grandes.
La diagnosis de la pérdida de visión parcial o completa puede hacerse a través de un examen minucioso del ojo realizado por un oftalmólogo veterinario.
Consejos Preventivos
La ceguera congénita no es algo que puedas prevenir en tu mascota, pero muchas causas de ceguera adquirida están completamente bajo tu control.
-Examina los ojos de tu mascota regularmente y haz una cita con el veterinario si sus ojos cambian o se ven diferentes, o si notas algún cambio en su personalidad o comportamiento.
-Mantén el peso saludable de tu mascota y dale una alimentación baja en carbohidratos y adecuada para su especie. Esto reducirá dramáticamente la posibilidad de que padezca diabetes, lo que podría ocasionar ceguera.
-Permite que tu perro conserve sus hormonas sexuales mientras madura, ya que esto puede reducir la incidencia de una enfermedad suprarrenal, las cuales están relacionadas con el SARDS.
-Dale alimentos frescos altos en antioxidantes, como luteina, licopeno, vitaminas C y E, beta-caroteno y astaxantina. Esto ayudará a nutrir y apoyar a la salud de los ojos de tu mascota a lo largo de toda su vida.